miércoles, 19 de diciembre de 2012

La peluquera.

Hace una semana, fui muy feliz y contenta a la peluquería, quería cortarme las puntas mi cabello estaba maltratado y toda esa huevada importante para las mujeres. Quería, sinceramente, ser atendida por el papi el riqui el rey de la peluquería, pero él estaba ocupado y me pidió por favor que deje mi rubia cabellera en manos de una señora bastante amable, a la que le repetí cada cinco palabras que quería que me corte las puntas, y solo las puntas. 

 Esta tía me lavó, me secó y me sentó como niña buena en la silla giratoria. Comí un caramelito y dejé que ella hiciera su trabajo. Lo que me extrañaba era que me mirara por todos lados, como viendo por dónde cortar. "Qué raro, si solo quiero las puntas" pensaba yo, e ilusa, confiada dejé que la señora hiciera lo que tenía que hacer, mientras yo miraba mis pies y y hablaba por whatsapp con un pata. Pasaron muchos minutos, yo sentía tijeras por todos lados y me animé a preguntarle a la prima hermana de Monique Pardo qué carajos estaba haciéndome, y ella me dijo así, sin anestesia, "te estoy emparejando el cabello, como me pediste" ¡¿QUÉ?! Sabía que quedaría como Dora la exploradora, así que le imploré a Alex (el papi, el riqui, el rey) que me atendiera, y él dio un grito de horror cuando vio lo que me habían hecho. Se me acercó y despacio en el oído me dijo "voy a arreglarlo, ¿ya? por favor no la culpes, es nueva" Yo iba a matar a alguien ese día, pero decidí tranquilizarme y ver cómo Alex solucionaba lo irreparable. 

 Después de varios minutos más, entré en pánico al ver que mi cabellera no solo estaba demasiado corta, sino que Alex seguía cortando. Le pedí que se detuviera y que emparejara lo que pudiera, y él me pidió perdón en las mil formas posibles. Me secó el cabello, me cepilló y al ver mi cara de enojo me ofreció un descuento. Odié a todos ese día y salí de la peluquería como Willy Wonka. 

 Sin embargo, una de las cosas positivas de todo esto, es la rapidez que tiene mi cabello para crecer. Así que esperaré pacientemente un par de meses y todo volverá a la normalidad. Por ahora solo me queda plancharlo para que no se vea tan corto y lavarlo adecuadamente y jalarlo desesperadamente cuando me vea al espejo y me de mi ataque de nervios. Ya pasó una semana, y ha crecido alguito. Eso quiero pensar. 

Bienaventurado seas, Manolito :(