sábado, 17 de septiembre de 2011

Rojo, caliente y picante - Los RHCP en Lima

 Hace unos días fue el concierto de los Red Hot Chili Peppers en Lima, al que fui con Maribel, una amiga de la oficina. A pesar de que me soplé el nuevo disco, la verdad que no me gustó mucho; yo iba más por mis recuerdos de la chibolada. Como no me considero gran fanática de ellos, y porque ya tenía una deuda gracias a la entrada más significativa de mi vida, la de Rod Stewart, decidí adquirir la entrada de la última zona y poner mis mondongos a buen recaudo, para estar tranquila y no poguear. Permítanme contarles mi experiencia roja, caliente y picante.

 Salimos de la oficina un poco temprano para llegar al Estadio nacional. Habíamos quedado con David, un amigo mío que compró las entradas con nosotras, y lo encontramos en la puerta 18, luego de dar la vuelta olímpica para poder llegar. Hicimos la cola y luego del respectivo toqueteo por parte de los V.I.P's, pudimos por fin entrar (Por cierto, quedé enamorada del remodelado estadio nacional :3) y ubicarnos en nuestra zona, tan lejana al escenario. Nos sentamos a esperar, caminamos, dimos vueltas, tomamos un vaso de chela que nos pareció la última bebida del desierto (estábamos demasiado cansados) y tomamos fotos. Todo parecía muy lejano, como en todo concierto, esperar se hace eterno.


 La gente seguía llegando y para esto nosotros nos habíamos ubicado en la cerca que separaba nuestra distante zona con las dos primeras. Un V.I.P nos hacía bromas referentes al hacernos pasar si le dábamos cuarenta lucas entre los tres, a los que nosotros (encima botados) contestábamos con "Ta huevón este tío", "¡¿Qué se cree?!", etc, aunque muy por dentro queríamos darlo todo por pasar. Pasaban los minutos, los segundos, yo moría de hambre y de ganas de que todo esto termine para irme a mi casa. Nos pusimos de acuerdo los tres y le dimos al señor sus cuarenta soles, pasamos desapercibidos y muy seguros, me metí a un baño para ser solapa, miré el techo, uno, dos, tres, y cuando salí estaba del otro lado, estaba muy feliz. Vi a Maribel y a David y corrimos hacia adelante -O lo "adelante" que pudimos, porque estaba casi lleno- David dijo "ya vengo" y se fue no sé a dónde, la cosa es que no lo volvimos a ver sino hasta que todo terminó.


 Dieron las ocho, las nueve, no recuerdo, cuando salió FOALS, la banda telonera. A mi parecer, no estaban nada mal, pero en el momento no les presté atención; es más, ahora, buscando vídeos de ellos, me doy cuenta que fui una estúpida por no saberlos valorar (lloro por eso) En fin, miré a todos lados, me vacilé un toque con la banda, moví mis piecitos al ritmo y salté un poco... qué aburrida estaba. No me acuerdo ni cuánto duró su concierto, ni cuánto tiempo con exactitud tardaron en largarse (porque eso era lo que yo quería, que se larguen) pero cuando se fueron y pasaron unos cuantos minutos, apareció en la pantalla una mosca (que sabe Dios qué significaría) -Es que no soy big fan, pues, no sé qué era esa mosca- y la gente empezó a jalarse los pelos, a gritar como bestias (en esto me incluyo) y a saltar como dementes (bueno, también me incluyo) Hasta que por fin, salieron, uno a uno. Se dirigieron al público diciendo que se sentían muy felices y que somos lo máximo y que la putamadre (todos dicen lo mismo) y arrancaron con Monarchy of roses, tema que hizo saltar a todos, y que provocó que el fumón de mi costado me lanzara toda la cerveza en la cara. El muy imbécil se confundió y en lugar de lanzarla para arriba (como hace la mayoría de la gente en todos los conciertos,  y me incluyo) la lanzó a su derecha. ¿Qué había a su derecha? mi cara. 


 Mojada con cerveza, pero feliz, abracé al fumón y empecé a saltar con semejante tema, que me sabía de memoria. Cuando terminó, alcé los brazos al cielo y grité, algo propio de mis arranques de locura <<conciertera>>. El tema que vino a continuación, fue Don't Stop, que me recordó al colegio, cuando todavía no hablaba Inglés, e intentaba cantarla y me salía una especie de "Canstop adictektodachindin" pero igual la salté y la canté, a mi manera. O sea la balbuceé. Sigueron con temas como Tell me baby, luego Under the brigde (la primera con la que lloré como Magdalena) Pero mi emoción se acabó ahí, porque luego cantaron las canciones de su nuevo disco y yo me aburrí. Me quedé medio jato, como en trance, mientras todos me empujaban, yo sentía que ya no podía más con mis pies, me moría de hambre y de sueño, estaba destruida por caminar, por esperar, por darle la vuelta al estadio. Maribel me empujaba y me decía "Fio, qué aburrida" pero nada podía hacer. Yo era un costal de aburrimiento.


 Pasaron más y más canciones, tocaron Californication, me desperté y llamé a mi hermana para que la escuche y yo lloraba como loca mientras gritaba "First born unicorn, hardcore soft porn!!!!!". Era LA canción de mi infancia, ¡qué recuerdos! salté como loca, vino Look around, y cuando pensé que no podía llorar o gritar o saltar más, empezó By the way, con la que me desquicié y casi pierdo mis lentes, que cayeron al suelo, por los que tuve que batallar mientras todos me saltaban prácticamente en la espalda. ¡Qué canción! abracé al buen hombre que me ayudó a recogerlos y cantamos juntos "Standing in line to see the show tonight and there's a light on heavy glow... By the way I tried to say I'd be there, waiting for... Dani the girl is singing songs to me beneath the marquee, overload..." era TODO. Cantamos hasta quedar afónicos y luego de eso vinieron más canciones del nuevo disco. Yo ya estaba nuevamente saltado y gritando como si no existiera un mañana. Continuaron las canciones nuevas, yo abrazaba a Maribel y seguía preguntándome a dónde carajo se había ido David, pobre, fácil no estuvo tan cerca como nosotras. Pasaron más y más canciones, creo que por ahí alguien agradeció por el ceviche, la gente saltaba y empujaba como demente, coreaba a todo pulmón las canciones, yo no me quedaba atrás. 


 El final del concierto fue como un balazo al corazón. En una especie de amague, todos los integrantes de la banda se fueron, y luego volvieron para hacernos reventar el pulmón con la canción que marcó el final, final: Give it away. Ya el estadio nacional era un mar de brazos, cabezas y cuerpos que se movían desenfrenados al ritmo de la canción. Otra vez, me incluyo. Salté como loca, abracé a Maribel otra vez, cantamos con el pulmón en la mano y el corazón en la garganta. Pero, como no todo es felicidad, siempre hay algo que falta, una canción que esperas con todo tu corazón para cantarla y saltarla y gritarla. Señora, no me cantaron The zephir song, lloro ahora con tan solo recordarlo, pero con tal solo recordar cómo salté, grité y todo, no me importa realmente que no la hayan tocado. Igual estoy feliz, sin ser fanática al 100% de la banda. Imagino cómo estarán los que sí lo son. Este post llegó a su fin, como todo en esta vida.



Comparto algunas de las fotos que tomé, de lo que fue para muchos el mejor concierto de sus vidas, y para mí un concierto de la putamadre, aunque no me haya sabido todas las canciones. Gánense. 




*La entrada, que solo me costó 120 soles (130 contando la aceitada que le dimos al señor de seguridad) Abajo la corrupción, por si acaso.




*El estadio a lo lejos, el mar de gente y nosotras que teníamos que rodearlo por completo para llegar a nuestra puerta. 



 *Yo, en mi peor pose, mientras rodeábamos el estadio.





*Maribel y yo, recontra felices dentro del estadio. Precioso.
                         



*Adentro, recontra lejos del escenario. Repito: Antes de la aceitada a los de seguridad.



*Mari y yo, rebosando de felicidad cuando logramos pasar a la zona Hot, que más parecía Red.




*La mosca que marcó el inicio del concierto (Imagino que quien si sea fan de la banda, sabrá qué demonios significa la mosquita)




*La cagaron con las pantallas. La gente que estaba al fondo no podía ver un carajo gracias a los efectos. Yo, en cambio, veía jodidamente bien :)




*Aquí empezó mi aburrimiento extremo, me quedaba dormida por momentos, y solo cuando tocaban una canción conocida por mi, saltaba de emoción. 



*Más papasito que nunca, Anthony Kiedis (BABA)




*Mari y yo a la salida del concierto. Despeinadas y sudorosas, después de Give it away.



•Post data interesante (o tal vez no): me robaron el celular a la salida :(




sábado, 3 de septiembre de 2011

Caída libre y.... ¿Un Pokemon?

Una vez tuve un sueño bien estúpido y ahora que lo recuerdo lo quiero compartir. Ahí va:

*Sueño Estúpido

Estaba yo en un avión, y me disponía a hacer caída libre (algo imposible en la vida real porque me cagaría de miedo) Y me acompañaba un amigo de la infancia, al que no veo hace mucho tiempo, que me daba alientos para saltar. Hasta ahí todo NORMAL. Abrí la puerta y vi hacia abajo, no me dio miedo, pero le dije a mi amigo: "Mejor no, hay que quedarnos acá nomás. ¡¿Y si morimos, huevón?!" a lo que mi amigo respondió con una patada en la espalda que me expulsó del avión. Caí al vacío mientras gritaba "¡¡¡¡GEROOOOONIMOOOOOOOOOOOOO!!!!" (bien alucinante) y fue ahí donde me sucedió algo muy gracioso.

Volaba a mis anchas mientras veía la ciudad pequeñita, y por mi lado pasó una luz cegadora. Yo seguía como suspendida en el aire (es mi sueño, y ahí no necesito paracaídas, igual no muero) cuando la luz cegadora se posó en frente de mis ojos y me hizo cerrarlos para luego abrirlos muy despacio. Cuando logré abrir por completo mis bellos ojos me encontré con nada más y nada menos que Mewtwo (sí, el pokemon legendario). Me asusté pero él me dijo (Sí, me dijo) que todo estaría bien, que no iba a morir y que me dejara caer. Como vio que yo no entendía lo que me quería decir, se acercó a mí y des-enganchó mi paracaídas atorado en una parte del avión. Entonces, caí. Y desperté.