Hace ya algunos años que tengo, escondido bajo mil llaves, algunos cuentitos. Son pequeños, son tontos, son antiguos. Pero son míos y quieren ver la luz. Y creo que a mis 27 años ya estoy muy vieja para esas cojudeces de sentir vergüenza. ¡Escribo cuentos para niños! Entérense y ríanse mucho. Bajo este cuerpo caribeño metalero cumbiambero, hay una mujer sensible
A veces los escribía y pensaba “a algún niño, de alguna manera, le gustará esto”. Ahora, me entusiasma muchísimo la idea de leerlos a mi sobrino cuando crezca. Que me vea, me escuche y me diga “qué bonito”.
Espero no tardar, pero hoy empiezo porque sí.