Me corto el pelo cada dos meses porque crece rapidísimo; me como las uñas cuando veo algo emocionante en la tele (película/programa) y me maquillo casi siempre porque de chiquita me traumaron con eso de que "una mujer con maquillaje es más bonita" lo que ahora considero una completa falacia, una mentira, una metida de rata, porque yo, al menos, más bonita que antes no estoy; estoy peor. Bueno, en realidad... Nah, si, estoy peor.
Desde los quince años soñé con abrir un bar rockero y poner las canciones que a mí más me gustaban (ahora que ya he visitado varios, quiero y deseo abrir mi bar más que nunca). No uso tacos al menos que la situación lo amerite; ODIO caminar siete, nueve o doce centímetros arriba de lo normal, por eso siempre ando con ballerinas. Me baño con agua caliente hasta en verano porque el agua fría me da -lógicamente- frío, y siempre pensé que iba a morir de asma si me bañaba con agua fría. Soy asmática desde que tengo memoria y uso lentes desde los doce.
No sé lo que es tener "reuniones familiares" porque toda la familia de mi mamá vive far far away y de la familia de mi papá solo sé que viven en La Victoria, creo que los he visto a lo mucho tres veces. Soy muy solitaria de vez en cuando y muy sociable otras veces, y disfruto mucho de eso. Tengo dos mejores amigas, una hermana mayor que me cuadricula la vida por mi bien, tres hermanos menores (dos de quince y uno de dieciséis) que me imagino este año me traerán flaco/flaca (no me traigan cualquier huevada please, no sigan mi ejemplo), y una madre que es un cague de risa (véase el baile del caballo). Tengo a mi padre lejos desde que tengo dos años, pero que me hace muy feliz cada vez que lo veo. Tengo una familia partida en mil, pero la tengo y a todos los quiero mucho.
Le tengo miedo a las monjas, no voy a la iglesia desde los trece (excepto matrimonios, que no superan las 2 o 3 visitas) y no hice la confirmación, a pesar de que de niña fui del coro de la iglesia Santa Rosa en Lince. No me quiero casar por iglesia, no aguanto a nadie como para pensar siquiera en convivir, pero creo que algún día cambiaré. Mi sueño es tener gemelos, y si no, quisiera tener dos hijos y una hija, y ponerles nombres raros para que se burlen de ellos en el cole/universidad/trabajo.
Me aburre mi distrito, me aburren sus actividades sociales, me aburren las viejas cucufatas que lo habitan, me aburren las calles muertas a las tres de la madrugada (aunque bastante seguras por cierto). Me aburren mis vecinos y me llega altamente el serenazgo de Miraflores. Solo me gustan sus parques y la seguridad que mencionaba. Pero igual, espero algún día irme a vivir a otro lado más chévere y ser feliz.
No tomo quaker porque una vez escuché que les hacía daño a los asmáticos, no hay comida que no me guste, yo como todo. Mato por el ají de gallina de mi mamá y el caldo de mote del restaurante de Quilca, a donde voy siempre a la hora de almuerzo en la chamba. No me gusta el chocolate, y como cancha con gelatina. Amo comer, por eso jamás consigo serle fiel a una dieta. Aunque, vamos, ni lo he intentado.
Me encanta bailar, dibujar y pintar. Colecciono juguetes y chucherías. Tengo los cuadernos del colegio y mi slam de quinto de secundaria. Guardo recuerdos en una caja y siempre que limpio mi cuarto me quedo pegada mirándolos todos. Soy sentimental y me gusta ser así por momentos. Soy fanática de los stickers y la pintura para tela, y siempre me la paso pintando un jean o simplemente mis sábanas. Mi color favorito es el azul (seguramente se nota) y el color que jamás uso es el marrón porque una vez me dijeron que parecía que estaba calata. Mi curso favorito es comunicaciones y no aguanto las matemáticas. Sufro de pesadillas siempre y no puedo dormir boca arriba porque me ahogo y me desespero.
Me gustan las fiestas infantiles y los payasos siempre (misteriosamente) me hacen bullying en las fiestas. Amo a los niños, me encanta que sonrían y que vivan tan jodidamente despreocupados. Pero eso sí, los odio cuando lloran como si les estuvieran marcando el poto con un fierro caliente. Me dan cólera las madres estúpidas que agarran a sus hijos en la calle y les dan de alma, porque pienso que ellas mismas y su falta de educación y planificación familiar son las culpables de la malcriadez de sus hijos. ¿No saben que a un niño no se le corrige así? Malditas idiotas.
Soy alérgica a casi todo en esta vida y no hay mañana que no me levante estornudando por el simple hecho de que amaneció. Miraflores es un distrito muy húmedo, moriré ahí, lo sé. Me compré mi primera bicicleta a los diecinueve y aprendí a manejarla en el parque Melitón Porras, antes de que un carro casi me atropelle y me cause uno de mis tantos traumas en la vida; gracias a eso ya no puedo manejar bicicleta en la calle y menos en pistas. La última vez me emocioné tanto que fui a toda velocidad y una de mis amigas me gritó "IZQUIERDA" y yo me fui de frente. Casi me pongo a llorar cuando paré y no las vi, y yo con una bici en una avenida transcurrida, sola y asustada.
Ah, y por si no sabías, me llaman Lalo.
Le tengo miedo a las monjas, no voy a la iglesia desde los trece (excepto matrimonios, que no superan las 2 o 3 visitas) y no hice la confirmación, a pesar de que de niña fui del coro de la iglesia Santa Rosa en Lince. No me quiero casar por iglesia, no aguanto a nadie como para pensar siquiera en convivir, pero creo que algún día cambiaré. Mi sueño es tener gemelos, y si no, quisiera tener dos hijos y una hija, y ponerles nombres raros para que se burlen de ellos en el cole/universidad/trabajo.
Me aburre mi distrito, me aburren sus actividades sociales, me aburren las viejas cucufatas que lo habitan, me aburren las calles muertas a las tres de la madrugada (aunque bastante seguras por cierto). Me aburren mis vecinos y me llega altamente el serenazgo de Miraflores. Solo me gustan sus parques y la seguridad que mencionaba. Pero igual, espero algún día irme a vivir a otro lado más chévere y ser feliz.
No tomo quaker porque una vez escuché que les hacía daño a los asmáticos, no hay comida que no me guste, yo como todo. Mato por el ají de gallina de mi mamá y el caldo de mote del restaurante de Quilca, a donde voy siempre a la hora de almuerzo en la chamba. No me gusta el chocolate, y como cancha con gelatina. Amo comer, por eso jamás consigo serle fiel a una dieta. Aunque, vamos, ni lo he intentado.
Me encanta bailar, dibujar y pintar. Colecciono juguetes y chucherías. Tengo los cuadernos del colegio y mi slam de quinto de secundaria. Guardo recuerdos en una caja y siempre que limpio mi cuarto me quedo pegada mirándolos todos. Soy sentimental y me gusta ser así por momentos. Soy fanática de los stickers y la pintura para tela, y siempre me la paso pintando un jean o simplemente mis sábanas. Mi color favorito es el azul (seguramente se nota) y el color que jamás uso es el marrón porque una vez me dijeron que parecía que estaba calata. Mi curso favorito es comunicaciones y no aguanto las matemáticas. Sufro de pesadillas siempre y no puedo dormir boca arriba porque me ahogo y me desespero.
Soy alérgica a casi todo en esta vida y no hay mañana que no me levante estornudando por el simple hecho de que amaneció. Miraflores es un distrito muy húmedo, moriré ahí, lo sé. Me compré mi primera bicicleta a los diecinueve y aprendí a manejarla en el parque Melitón Porras, antes de que un carro casi me atropelle y me cause uno de mis tantos traumas en la vida; gracias a eso ya no puedo manejar bicicleta en la calle y menos en pistas. La última vez me emocioné tanto que fui a toda velocidad y una de mis amigas me gritó "IZQUIERDA" y yo me fui de frente. Casi me pongo a llorar cuando paré y no las vi, y yo con una bici en una avenida transcurrida, sola y asustada.
Ah, y por si no sabías, me llaman Lalo.