lunes, 22 de julio de 2013

Con respecto al cambio de nombre en el blog

 Como muchos de ustedes, mis ricos seguidores, se habrán dado cuenta, he cambiado el nombre del blog. Tal vez me buscaban como la rata... ¿dónde estará la rata, dónde? se preguntarán. Pues este ex roedor ha decidido hacer unos pequeños cambios, para bien.

 Obviamente me he quemado el cerebro pensando en el nombre que ahora tiene mi lindo blog. No fue fácil elegir entre tantos buenos nombres para blog que tenía en mente (o sea ninguno) y hasta llegué a pensar que "Una rata llamada Lalo" había pegado, pero... no me siento más una rata, a parte que suena feo que tu amiga te diga algo así: "oe, rata, ¿vamos al cine?". Definitivamente mis amigas y yo habremos de cambiarnos de chapa, porque a medida que pasan los años le van aumentando las connotaciones a dicha palabra, y van creciendo las especulaciones sobre el origen de todo esto, xD

 Nada más eso quería decirles. Sé que ustedes son buenos y me amarán así me llame "juanita la del blogger" o algún nombre así de raro. No se preocupen que yo soy la misma, en nada he cambiado, seguiré posteando las mil y un huevadas que me pasan siempre, seguiré sacándoles una sonrisa y llevando la alegría a sus hogares. Esto, señora, no se ha terminado. Gracias a todos.





jueves, 18 de julio de 2013

Esas canciones...

  ¿Alguna vez te ha gustado TANTO una canción, al punto de emocionarte hasta las lágrimas con solo escucharla? -A mí sí me ha pasado- Y es que algunas canciones, muy al margen de simplemente hacerte bailar y cantar por el simple hecho de estar de "moda", pueden lograr en ti cosas inimaginables: algunas tienen el poder de hacerte sentir de todo en menos -algunas en más- de cinco minutos.

 Nunca fui ese tipo de personas que escuchaba música triste para ponerse más triste, como quienes terminan con alguien y se ponen a escuchar ritmo romántica para suicidarse con ganas, no. Tampoco les diré que "Macha que se respeta sólo escucha rock y metal". Son mis géneros favoritos, si, pero si escucho letras que me agraden, me gusta la canción sin importar cómo suene. Menos Arjona ni aventura, por si acaso. Y bueno, siempre quise hacer una lista de mis canciones favoritas de todos los tiempos, pero al leer el post de un blogger amigui, el "INsensitive" me atreví a terminarla y presentarla. Aquí les va. 

*El orden no tiene nada que ver, en mi corazón todas son iguales


     1. There is a light that never goes out - The Smiths    

  Esta canción se convirtió en un himno para mi vida, por allá por el 2007, mientras esperaba al profesor en un salón medio lleno del Icpna. Recuerdo que la escuché y me enamoré de la simpleza que tenía la letra, de la melodía, de toda la melancolía que encerraba ese "llévame esta noche donde haya música y haya gente, y ellos sean jóvenes y llenos de vida". Cada vez que la escucho recuerdo cuando salí con mi todavía utilizable bicicleta y me fui por toooooda la arequipa cantando. La recomiendo a quienes aún no la hayan escuchado.



     2. Black - Pearl Jam
  
Así más o menos lloraba
   La primera vez que escuché black, estaba en el colegio, en uno de esos momentos en los que me escapaba a leer. Estaba en el gimnasio, as usual, y una chica la puso en su celular. Me cautivó de inmediato la tristeza con la que cantaba Eddie Vedder y pregunté qué canción era. La chica volteó a verme y estaba en la mierda, llorando con ganas. Me dijo "Es pearl jam, la cancion es black... WAAAAAAAAAAAAAAAAAA" -imaginen que así de fuerte lloraba la mongola- y le pedí que la ponga otra vez. La puso otra vez, se puso a llorar más fuerte y yo, super mejor amiga improvisada, le presté más atención a la letra que a lo que la pobre niña me estaba contando. "Sé que algún día tendrás una vida hermosa, sé que serás una estrella en el cielo de alguien más pero... ¿Por qué no puede ser en el mío?" - Ok, en inglés es más bonito-. Lo raro del asunto, es que siempre que la escucho, me pongo a llorar sin motivo alguno. Creo que es la maldición de la llorona del gimnasio del Fanning.



    3. Summer of 69 - Bryan Adams

     La historia de esta canción siempre me gustó. Los amigos de toda la vida, el amor verdadero... las historias de la escuela y de cómo cada uno fue creciendo y encontrando su camino. Siempre he tenido ese feeling extraño por las canciones de los ochentas, esas medio acongojadas por el pasado y la juventud. "Parado en el porsche de tu mamá, me dijiste que esperarías por siempre, oh cuando tomaste mi mano supe que era ahora o nunca, esos fueron los mejores días de mi vida". Me imagino a mí misma, de acá a unos veinte años, cantando "winter of 2013". Ok, no.



   4. Young Turks - Rod Stewart

    Al igual que la anterior, esta canción me ahueva por lo simple y alocada que es la historia que narra. Los jóvenes amantes que se escapan siendo unos niños, dejando todo atrás solamente para poder encerrar sus almas en un telo y ser felices -no tanto así, pero más o menos- Se escapan porque nadie les escucha, nadie les entiende. Me quedo con el coro: "Corazón joven, sé libre esta noche, el tiempo está de tu lado. No dejes que te desanimen, no dejes que te presionen, no dejes nunca que cambien tu punto de vista". Me apego mucho al mensaje de esta canción, es como que... un himno para mí. Hasta lloré cuando no la cantó en su concierto del 2011.



   5. Rock and Roll - Led Zeppelin

   Bailable a más no poder, rockera hasta los huesos, hasta el último de sus segundos full rock and roll nutriendo mi alma. (¿qué chucha estoy hablando?) es un sentimiento único, el de ese rock así fuertote que te hace mover, saltar, cantar, gritar como demente. Muchas canciones han logrado eso en mí, pero mi favorita de entre todas es esta joyaza de Robert Plant y compañía. Los rockeros entenderán toda la mierda que acabo de escribir jajajaja.




   6. Lunes por la madrugada - Los abuelos de la nada

    Confieso que con el rock en español siempre tuve cierto resentimiento. De chiquita no lo escuchaba mucho excepto por lo que pasaban en las radios, pero ya en secundaria me entró la curiosidad musical que le entra a cualquiera. Grupos como GIT, Los abuelos de la nada, Sui Generis, La bersuit, Ataque 77 y demás quedaron en mí como los mejores de su época, y sin mencionar a los demás como los grupos españoles que también tuvieron su lugar en mi corazón. Lunes por la madrugada, la voz de Miguel abuelo y su "más allá de toda pena siento que la vida es buena". Me corto con una galleta.




   7. Under pressure - Queen

     Si bien es cierto nunca fui muy fanática de  Queen así a nivel "crazy fan", si hay muchas canciones que me encantan. En particular, Under pressure tiene mucho más que solamente una espectacular participación de David Bowie; tiene una letra y una melodía preciosas. 




 Se acabó, pronto más de "esas canciones" saludos a mi mamá, que me está preparando sopa de posho, ya que estoy en mi cama enferma :D

miércoles, 17 de julio de 2013

Lo que uno tiene que escuchar

 El Lunes fui a mi primer ajuste quiropráctico. Había esperado mucho tiempo para hacer esto, digamos que... por falta de tiempo (de hecho me cagaba de miedo). Pero, al fin, el dolor pudo más y me decidí, ya está. No ahondaré en el tema porque no es de eso precisamente de lo que les quería contar; quería contarles lo que me pasó una vez estando ahí.

 Luego de que el doctor me sacara la mierda -literalmente- cuando me hizo el ajuste, pasé a una sala para masajes. Había una cortina grandoota y una camilla chévere donde acomodé mis masas boca abajo y metí la cabeza en el típico agujero de la camilla. A mi costado, tras las cortinas, había otra masajista con su masajeada, no les di bola. Me pusieron unas compresas calientes y me dejaron a mi suerte aproximadamente veinte minutos, quemándome la espalda. Yo estaba con la cabeza clavada en el hueco ese sin poder moverme, mirando al piso, jugando a que no se me caiga la baba -soy bien anormal- y escuchando la amena conversación de la masajeada y su masajista (cuyo nombre supe es Olga). Y fue más o menos así:

-Masajeada (M): "¡Aaaaaahhh! ¡aaaaaaaah! ¡Olga! ¡Qué ricas manos!"
-Olga (O): "Jajaja... sólo hago mi trabajo... relájate"
-M: "Ay Olga debes darles ricos masajes a tu marido"
-O: "Soy soltera, tampoco tengo hijos"
-M: "¡Ay no me digas! ¿Cuántos años tienes? -Sigue... ahí me relaja... qué rico"!
-O: "Tengo 47, nunca me casé ni tuve hijos..."

 Obviamente que yo estaba con los ojos así O_O y esperaba que termine de una vez la tortura infernal de las compresas calientes para poder al menos moverme, o ponerme sostén, porque las de mi costado estaban en otra. Ok, no seamos mal pensados... tal vez Olga tenía unas manos muy suaves y los masajes estaban muy relajantes. Tal vez tengo la mente muy cochina. Tal vez sólo se me estaba sancochando la espalda, la cabeza y por eso el simple hecho de tener que escuchar la voz y los gemidos horribles de la masajeada, me irritaba demasiado. Estaba renegando.

 Después de esos veinte minutos infinitos, volvió mi señorita masajista, muy linda ella, me sacó el infierno que tenía en la espalda y me empezó a dar masajes. Pensé que entendería a la señora de al lado y que terminaría gritando de felicidad, pero no. Mi espalda estaba tan contracturada que me dolió hasta el alma lo que me hicieron, y después de la tortura china que pasé en sus manos, me puso compresas frías. De lo caliente que estaba, me enfrié en dos minutos con todo el hielo que me pusieron en la espalda. Tenía la cabeza enterrada en el hueco de la camilla y sólo veía el piso y las gotas de agua que caían de mi cuello. Seguía escuchando a la masajeada excitada con sus gritos de loca y yo ahí, con la espalda congelándose. Definitivamente no hubo final feliz para mí.